Cultivo del Melloco
Distancias y densidades de siembra
La cantidad de semilla recomendada para la siembra, varía de 450 a 675 kg/ha (10 a 15 qq). No es recomendable sembrar el melloco a profundidades mayores a 10 centímetros, ya que se perderá la vigorosidad del brote.
El melloco se debe sembrar en surcos distanciados entre 80 a 120 centímetros y la distancia entre plantas puede variar de 40 a 50 cm. Para dejar una población de 31 250 a 20 000 plantas por hectárea.
Para realizar la siembra, hay que tener en cuenta la humedad del suelo. Se coloca el tubérculo semilla al fondo del surco o en un costado, en suelos con exceso de humedad.
Cuando los tubérculos son pequeños, se pueden sembrar dos o tres por golpe. Es aconsejable utilizar como semilla a los tubérculos más grandes, ya que estos darán varios brotes y vigorosos, lo que redundará en un buen desarrollo de tallos aéreos y por ende en una mayor producción.
Abonado de fondo
Al momento de la siembra se aplicará al fondo del surco el abono orgánico disponible
en la finca, complementado con los fertilizantes minerales que se indican a continuación:
Estiércol descompuesto: 1 kg ( 2.2 libras) + 35 gramos de roca fosfórica + 35 gramos de sulpomag por cada metro lineal de surco
Compost: 800 gramos (1.72. libras) + 35 gramos de roca fosfórica + 35 gramos de sulpomag por cada metro lineal de surco
Humus de lombriz: 500 gramos +35 gramos de roca fosfórica + 35 gramos de sulpomag por cada metro lineal de surco.
Siembra y Tape
La siembra debe realizarse cuando la luna atraviesa por el cuarto día de la fase menguante, hasta el quinto día de la fase llena. Para la siembra dicen los agricultores que hay que esperar que la luna tenga la forma de un melloco (largo)
Esta labor se realiza colocando al fondo del surco la semilla, brotada, desinfectada y desinfestada, conservando las distancias anteriormente indicadas, de acuerdo a la variedad y pendiente del terreno.
El tape de la semilla se hará en forma mecanizada con el tractor, la yunta o simplemente utilizando el azadón, procurando que la capa de tierra que la cubra, no sea mayor de 15 centímetros, para evitar que la semilla se ahogue y no emerja.
Manejo del cultivo
Deshierbas y aporques
Las prácticas culturales más comunes en el cultivo del melloco, son las deshierbas y los aporques; el campo debe mantenerse libre de malezas y las plantas se deben aporcar entre dos y tres veces durante su ciclo; esto ayuda a una mayor producción de tubérculos, siempre que se tenga el cuidado de dejar el suficiente follaje expuesto a la luz, para no afectar la función fotosintética.
La deshierba del cultivo, se debe hacer a partir del tercer día de luna menguante hasta el tercer día de luna nueva (noche oscura), es decir cuando las hierbas indeseadas han agotado sus reservas que se encontraban concentradas en las raíces, al cortarlas, tardarán en recuperarse en este período. En climas fríos y templados, es recomendable hacer dos deshierbas seguidas, la primera en luna creciente y la segunda en luna menguante, con el propósito de acelerar su agotamiento.
Rascadillo
Esta labor que consiste en remover la capa superficial del suelo, es importante pues permite eliminar malezas, y exponer nuevamente a los huevos, larvas y adultos de insectos y nemátodos, como a los microorganismos que producen enfermedades a la acción de los controladores naturales (aves, lagartijas, sapos, etc. y a los rayos solares).
Además, se posibilita el ingreso de aire al sistema de raíces, lo que contribuye a una mayor producción del cultivo.
Fertilización complementaria
Al igual que para el cultivo de la mashwa, se recomienda aplicar al cultivo de melloco, de manera complementaria aspersiones foliares cada 8 a 15 días con una rotación de abonos orgánicos artesanales: Biol, Abono de frutas y Té de estiércol.
También se pueden realizar aspersiones foliares a base de: New-fol-plus, a razón de 2.5 a 3 gramos por litro de agua, o Extracto de Algas en una dosis de 3 a 5 cc por litro de agua, con una frecuencia de cada 8 a 15 días.
Las aplicaciones de biofertilizantes (biol, purin, abono de frutas, vinagre de madera, extracto de algas) y harinas de rocas (roca fosfórica, sulpomag, cal agrícola, etc), se deben hacer entre el tercer día de luna creciente y el tercer día de luna llena, pues en este espacio de tiempo los tubérculos son estimulados por la luz de las fases lunares.
Fuente: Produccuin Órganica de cultivos Andinos
(Manual Técnico)pdf