Guía para la innovación de la caficultura
De lo convencional a lo orgánico
B. Precipitación
El rango de lluvia para el cultivo de café es de 1 200 a 1
800 mm, para lograr una buena floración se necesitan un promedio de 20 mm bien
distribuidas durante el año. En
El Salvador se tienen seis meses de lluvia y seis meses de
época seca. La lluvia es requerida de seis a diez semanas después de la
fecundación para el llenado del grano y de 29 a 33 para su maduración.
El período seco se requiere para estimular el crecimiento de
las raíces, desarrollo de ramas laterales, hojas y la formación de capullos
florales. Durante este período se detiene el crecimiento vegetativo y eso hace
que las yemas se diferencien en florales en lugar de vegetativas. Aunque el
cafeto muestra cierto grado de tolerancia a la sequía, un período seco
prolongado disminuye la cosecha del año siguiente y puede ocasionar
deficiencias nutricionales por una menor difusión de elementos en el suelo. Si
este periodo seco coincide con el lapso de crecimiento acelerado del grano,
puede aumentar el porcentaje de granos vanos y negros afectando el rendimiento
y la calidad del café.
La lluvia excesiva inhibe la diferenciación de las yemas
florales; también puede ocasionar deficiencias de nitrógeno por dilución del
elemento y reducción del crecimiento de la planta.
Esta puede dar lugar a floraciones múltiples e
irregularidades en la cosecha y la caída del fruto.
C. Altitud
El cafeto se adapta desde los 500 a 1 500 msnm el mejor
desarrollo y calidad del café se consigue a altitudes entre los 900 a 1 300
metros de altura sobre el nivel del mar.
La altitud es un factor determinante de la calidad del café.
El grano producido en altura es de mayor tamaño y rendimiento, mejor calidad,
más cuerpo, aroma y acidez que el de áreas bajas.
La altitud incide en forma directa sobre la temperatura, de
manera indirecta en la lluvia, e inversa con la iluminación. Es un factor
imposible de modificar. El tiempo necesario para un cafeto joven que se
establece para comenzar a producir es de tres a cuatro años. A continuación el
arbusto puede vivir numerosas décadas. La copa se rebaja para evitar un
excesivo desarrollo en altura.
D. Luminosidad
El origen del cultivo de café es bajo sombra, por lo tanto,
es recomendable continuar con esta condición para la producción de café de alta
calidad. Cuando la intensidad lumínica es alta se da el cierre de estomas en
las hojas del cafeto, para protegerse de una transpiración excesiva, esto trae
como consecuencia una disminución en el proceso de fabricación de alimentos de la planta y por ende una baja en
producción.
Una intensidad de luz baja y prolongada favorece la
incidencia de plagas, da problemas de maduración del grano y, por ende, de
recolección.
El cafeto se considera una planta de día corto por lo que
necesita de ocho a 13 horas de iluminación para florecer. La iluminación de un
cafetal se puede modificar estableciendo y regulando distancias de siembra de
la sombra permanente.
E. Vientos
El viento es otro factor limitante en el cultivo de café,
particularmente en El Salvador, donde la mayor área de cafetales está en zonas
altas, el rango óptimo de velocidad del viento, para el café es de 5 a 15 Km/h;
valores más altos provocan alta defoliación y caída de flores y frutos. Los
vientos fuertes y frecuentes no son favorables para el desarrollo del cafeto ya
que su acción desecadora hace que se intensifique la transpiración. Esto causa
una deshidratación en las hojas de la planta y su caída.
Otro efecto causado por el viento en época de cosecha es,
que el roce continuo entre las ramas laterales donde se produce el café causa
el desprendimiento tanto de granos verdes como maduros ocasionando pérdida de
frutos. De igual forma, los vientos fuertes parten las ramas del cafeto
especialmente cuando la producción es abundante.
Cuando prevalezcan condiciones de viento en determinada
localidad, deben considerarse medidas para reducir sus efectos como establecer
barreras rompe vientos, sombra permanente u orientar los surcos en sentido
transversal a las corrientes normales del viento.
Las barreras rompe vientos deben formarse de plantas
tolerantes a éstos, preferiblemente de crecimiento columnar y que no sean
hospederas de plagas del cafeto. Las plantas usadas deben crecer alcanzando
diferentes alturas para proteger bien el cafetal. La distancia de siembra entre
barreras rompe vientos dependerá de la inclinación del terreno y la altura de
las plantas usadas.
Fuente: Guía para la innovación de la caficultura
De lo convencional a lo orgánico
Fundación para el Desarrollo Socio Económico Y Restauración
Ambiental, FUNDESYRAM,
San Salvador, El Salvador, Septiembre 2010