Porcicultura
Manejo y alimentación después del parto
Al segundo día del parto se debe suministrar a la cerda 1 kg de una ración para cerda
lactante, incrementando la cantidad hasta que alcance un consumo diario de 5 o 6 kg.
o que consuma a libre voluntad.
El tamaño de la camada es fundamental para decidir la cantidad de alimento a
proporcionar a la cerda en el período de lactación; en camadas con menos de 8
lechones lo más económico y práctico es suministrar 2 kg para la cerda y 0,5 kg por
cada lechón lactante. En partos con más de 8 lechones es mejor darle alimento a la
cerda a libre voluntad.
Debido a la alta producción de leche que tiene una cerda lactante y por consecuencia
sus altos requerimientos nutritivos, se recomienda alimentarlas únicamente con ración
balanceada.
Las reservas de hierro de los lechones al nacer son bajas y la cantidad presente en la
leche materna es insuficiente, por lo tanto los lechones deben adquirir hierro adicional
entre el segundo y tercer día de nacidos. Hay varios métodos para suministrarles
hierro, pero el mejor es la inyección intramuscular en la tabla del cuello, de un
compuesto ferroso, aplicando la cantidad que el producto comercial indica.
El número de lechones debe ajustarse de acuerdo al número de pezones funcionales
de la cerda. De ser necesaria la transferencia de una cerda que tiene muchos a otra
que tiene menos lechones, se debe realizar lo antes posible, impregnando los lechones
con un olor fuerte para encubrir el olor de los lechones transferidos y teniendo la
precaución de que ya hayan tomado calostro.
Una modalidad utilizada en sistemas tradicionales de producción es que entre los 5 y
8 días después del parto se pasa la hembra con sus lechones a corrales de lactación,
que normalmente tienen capacidad para ubicar una cerda con su camada en un área
de 5 m2, con un espacio de protección para lechones de 1 m2 y con la respectiva
fuente calórica, comederos y bebederos para la cerda y para los lechones.
Actualmente se desteta a edades tempranas, esto permite que los lechones y la cerda
se mantengan en la jaula de parición hasta la fecha del destete, brindando mejores
condiciones ambientales y sanitarias a los lechones. Deben mantenerse secos, por lo
que al limpiar el paritorio se debe evitar mojarlos.
Entre los 7 y 10 días de edad, se inicia el suministro de un alimento suplementario
conocido como preiniciador a los lechones, el cual debe ser fresco, de buena calidad
y palatable, se debe colocar en forma frecuente pero en pequeñas cantidades para
que no se desperdicie.
Otra práctica importante es la castración de los machos no destinados a la reproducción,
la cual debe realizarse antes de los siete días de edad, ya que esta práctica entre
más temprano se realice, resulta más sencilla, menos riesgosa y la recuperación es
más rápida. Tanto el bisturí como el área de incisión deben ser desinfectados para
prevenir problemas infecciosos.
De acuerdo a las condiciones de la granja, si esta tiene buenas instalaciones, equipo
y condiciones apropiadas de manejo, alimentación y sanidad, el destete se puede
realizar a partir de los 21 días de edad. Para porcicultores que no cuentan con estas
facilidades, es recomendable que no desteten antes de los 28 días. Es conveniente,
si hay disponibilidad de paritorios, dejar los lechones en el mismo lugar, con el
mismo alimento durante unos 8 días, pasando a la cerda a un corral para cerdas
destetadas.
La cerda debe ser cubierta por el macho o inseminada tan pronto entre en celo, lo
que debe ocurrir entre los 4 y 7 días después del destete, siempre y cuando la cerda
termine la lactancia en buena condición corporal, con el propósito de obtener el
mayor número de cerdos al mercado por hembra por año.
Fuente: MANUAL DE PORCICULTURA
Ing. Manuel Padilla Pérez MSc
San José, Costa Rica