Trabajo de las abejas
Las obreras ejecutan las tareas siguientes dentro de las colmenas:
Construcción de panales: Apenas introducido un enjambre en un cajón o en
un hueco natural las obreras comienzan a construir los panales de cera con
celdillas o alvéolos.
Los panales son comenzados de arriba hacia abajo, desde el centro a la periferia
estando soldados al techo. Son verticales y paralelos entre si y con un espesor
medio de 22 mm. para los de cría, estando separados unos de otros por una
distancia necesaria para el paso de las abejas. Los de miel pueden ser algo mayores salvo que correspondan a colmenas modernas.
Forma de las celdillas
Comunes: Tienen forma de prismas oblicuos de 11 mm. de altura, sección
hexagonal de 2,5 mm. de lado y paredes de 1/40 mm. (más gruesa en los
panales viejos).
De zánganos: semejantes a las precedentes, pero de lados más grandes (aprox.de
3 mm), y se encuentran caso siempre solo en los bordes de los panales.
De reinas: poseen forma de almendra y son más grandes (abarcan el espacio de
tres celdillas comunes).
Higiene y defensa de las colmenas
Las abejas son muy limpias y les repugnan los malos olores: no admiten tampoco
la presencia de extraños en sus dominios. Para estos menesteres algunas tienen
tareas especializadas:
• Las basureras retiran los desechos, los cadáveres y si no pueden sacar algún
cuerpo extraño lo cubren con propóleos.
• Las ventiladoras: Con el movimiento de las alas renuevan el aire cerca de los
panales facilitando la evaporación del exceso de agua de la miel
• Las guardianas impiden la entrada de otra colmena y de todo extraño,
expulsándolo si ya ha entrado.
Trabajo
• En la colmena la obrera comienza su tarea algunas horas después de su
nacimiento limpiando la celdilla en la cual realizó su metamorfosis.
Posteriormente actúa como nodriza alimentando a las larvas y más tarde
como ventiladora. Las obreras viejas sirven a la abeja reina, la asean y retiran
de la colmena sus excrementos.
• Fuera de la colmena. La búsqueda de zonas floridas la realizan algunas abejas
obreras (exploradoras) que mediante bailes indicarían el lugar hallado.
El néctar de las flores es traído por las pecoreadoras en el primer estómago o
buche, pasando el contenido a las obreras internas, quiénes a su vez lo
regurgitan en las celdillas. El polen y el propóleo es llevado en las patas pero
no en el mismo viaje. Finalmente, algunas obreras están
destinadas a suministrar agua a las colmenas.