7. Instalaciones avícolas de acuerdo al tipo de explotación
Básicamente encontramos dos tipos de explotación de aves:
A su vez estos dos sistemas pueden explotarse en forma semi-intensiva e intensiva.
El sistema semi-intensivo cuenta con construcciones y una superficie de terreno para el ejercicio diario de las aves y, el sistema intensivo que se compone solamente de las construcciones.
1. Instalaciones en el sistema semi- intensivo
Este sistema cuenta con instalaciones principales y accesorias donde se alojan las aves para encontrar refugio en los días calurosos, lluviosos y en la noche la protección de las corrientes de aire. En la superficie de terreno a más del ejercicio previene en parte la aparición de enfermedades respiratorias, que son tan comunes en las aves mantenidas permanentemente en reclusión.
El terreno debe ser de preferencia arenoso para facilitar la percolación del agua lluvia con una ligera inclinación. Se debe considerar la protección de los vientos predominantes de la región en que se instale el galpón y, se lo hará con la siembra de árboles de hojas caducas, que permitan la entrada de los rayos del sol en el invierno y por otra parte proteger a las aves en los meses de la época seca.
La extensión de la superficie de manejo dependerá del número de aves que se explote, pero se debería considerar una densidad de 3 a 4 aves por metro cuadrado; dividiendo en tres o cuatro lotes (López, 1994).
En la Figura 3, se observan las disposiciones respectivas de los lotes en relación al galpón, lo que permitirá realizar rotaciones aumentando la capacidad del criadero en un 20 a 30%.
La dimensión de la superficie de terreno deberá ser tres veces más grande que la del galpón. La forma cuadrada es la más económica y de fácil distribución de las instalaciones, reduciendo los costos del alambrado del perímetro.
Básicamente encontramos dos tipos de explotación de aves:
A su vez estos dos sistemas pueden explotarse en forma semi-intensiva e intensiva.
El sistema semi-intensivo cuenta con construcciones y una superficie de terreno para el ejercicio diario de las aves y, el sistema intensivo que se compone solamente de las construcciones.
1. Instalaciones en el sistema semi- intensivo
Este sistema cuenta con instalaciones principales y accesorias donde se alojan las aves para encontrar refugio en los días calurosos, lluviosos y en la noche la protección de las corrientes de aire. En la superficie de terreno a más del ejercicio previene en parte la aparición de enfermedades respiratorias, que son tan comunes en las aves mantenidas permanentemente en reclusión.
El terreno debe ser de preferencia arenoso para facilitar la percolación del agua lluvia con una ligera inclinación. Se debe considerar la protección de los vientos predominantes de la región en que se instale el galpón y, se lo hará con la siembra de árboles de hojas caducas, que permitan la entrada de los rayos del sol en el invierno y por otra parte proteger a las aves en los meses de la época seca.
La extensión de la superficie de manejo dependerá del número de aves que se explote, pero se debería considerar una densidad de 3 a 4 aves por metro cuadrado; dividiendo en tres o cuatro lotes (López, 1994).
En la Figura 3, se observan las disposiciones respectivas de los lotes en relación al galpón, lo que permitirá realizar rotaciones aumentando la capacidad del criadero en un 20 a 30%.
La dimensión de la superficie de terreno deberá ser tres veces más grande que la del galpón. La forma cuadrada es la más económica y de fácil distribución de las instalaciones, reduciendo los costos del alambrado del perímetro.