EL CULTIVO DE MASHWA (Treopaeolum tubersoum)
CONDICIONES AGROECOLOGICAS PARA EL CULTIVO
3.1. Suelos
Los sectores más adecuados para el cultivo de la mashwa, se encuentran desde los 2400 a 3 700 metros sobre el nivel del mar, especialmente donde predominan los suelos negro-andinos. Este cultivo prefiere suelos profundos y con un buen contenido de materia orgánica.
3.2. Clima
El área adecuada para el cultivo de la mashwua, es la misma que se requiere para el cultivo de la papa, es decir con una temperatura media anual que fluctúe entre los 6º y 14º Celsius, con una precipitación lluviosa de alrededor de 700 a 1200 milímetros anuales (7 000 a 12 000 metros cúbicos de agua por ciclo).
4. EPOCA DE SIEMBRAS Y VARIEDADES
4.1. Épocas de siembras
Las épocas de siembra más comunes para el cultivo de la mashwa, son las siguientes:
• Siembra mayor: octubre a diciembre
• Siembra menor: mayo y junio
Se argumenta que la diversificación de las épocas de siembra, responden a una estrategia para evitar el daño que provocan las heladas que se hacen presentes entre los meses de julio, agosto y septiembre.
4.2. Variedades
Se han reconocido más de 100 variedades de mashwa. Existen colecciones de germoplasma en Ecuador y Perú. Por el color se reconocen muchas variedades como: blanca, amarilla, chaucha, morada y zapallo.
La mashwa blanca es una variedad rara, pequeña y precoz, la mashua amarilla tardía, es la más difundida y alcanza un tamaño mayor que la amarilla chaucha, para la cual se señalan virtudes medicinales, por lo que se la utiliza contra el “mal de orina” (próstata)
`
5. TECNOLOGÍA DEL CULTIVO
5.1. Elección y preparación del suelo
5.1.1. Elección del terreno
Como el cultivo de la mashwa se hace al mismo tiempo que la papa, para la elección del terreno se deben tener en cuenta las mismas consideraciones que se observaron para cultivar la papa, esto es: que el terreno haya sido cultivado anteriormente con maíz, cereales o leguminosas, que sea profundo, con una textura suelta (franco a franco-arenoso) y que hayn sido sometidos a procesos de rotación con la finalidad de mantener un elevado nivel de producción a la vez que se mejora la estructura del suelo, la capacidad de absorción del agua, el aumento de la materia orgánica, a la vez que se reducen las pérdidas ocasionadas por la presencia de plagas (insectos,
nemátodos y patógenos)
Preparación del suelo
Se lleva a cabo, cuando el terreno se encuentra a capacidad de campo, esto es cuando al coger la tierra con la mano ésta no queda pegada. Respondiendo a lo que aconsejan los viejos agricultores la preparación del suelo se debe realizar a partir del tercer día de luna menguante, hasta el tercer día de luna nueva (noche oscura).
5.1.2.1. Arada
Realizar una arada profunda, utilizando arado cincel o arado de yunta, con una anticipación de por lo menos un mes a la siembra, a fin de exponer a los huevos, larvas y adultos de insectos, nemátodos, ácaros, gasterópodos y a los patógenos plaga, a la acción de los controladores naturales bióticos (aves, ranas, lagartijas, arañas, murciélagos, etc.) y abióticos (temperatura, humedad, radiación, etc.), como también para favorecer la emergencia de las hierbas indeseadas.
Una cruza siguiente de arado permitirá desterronar el suelo y eliminar las hierbas indeseadas que hayan brotado, luego se complementará esta labor con el paso de la rastra
5.1.2.2. Rastrada y Nivelada
El paso de la rastra contribuirá a desterronar el suelo hasta mullirlo, en esta labor, se pueden enterrar los rastrojos que hayan quedado de la cosecha anterior, los abonos orgánicos o algún tipo de enmienda que se ha haya decidido incorporar. Posteriormente, se puede dar paso a una labor de nivelación, utilizando una tabla niveladora o simplemente un listón de madera pesada.
5.1.2.3. Drenajes
Para evitar excesos de agua en el campo de cultivo, será importante realizar drenajes o caminos de agua para evitar que el exceso de humedad dañe al cultivo y a los tubérculos. Los drenajes deben circundar las parcelas de cultivo y en los suelos con pendientes deben realizarse siguiendo las curvas de nivel.
5.1.2.4. Elaboración de surcos
Se debe surcar el campo, de tal manera que al caer la lluvia o hacer el riego, el agua se deslice lentamente, para evitar la erosión del suelo y conseguir una humedad profunda y uniforme. Los
surcos deben espaciarse entre 1.00 a 0.80 m, entre si.
5.1.2.5. Desinfección del suelo
Con el propósito de evitar la presencia de microorganismos dañinos que podrían afectar al cultivo, se recomienda aplicar sobre el surco antes de la siembra ceniza vegetal a razón de 100 gramos por metro lineal,
Fuente: Editor: Manuel B. Suquilanda Valdivieso