PRODUCCIÓN ORGÁNICA DE MASHWA (Treopaeolum tubersoum)
1. INTRODUCCIÓN
La mashwa, es un tubérculo nativo que se ha mantenido hasta nuestros días en las pequeñas parcelas de indígenas y campesinos de los Andes, haciendo parte de su dieta nutricional diaria, como también del grupo de productos que se consumen en ocasiones especiales (matrimonios, bautizos y priostázgos).
Se dice que la mashwa, es “compañera de la oca”, pues parece que de manera recíproca estos cultivos se ayudan y se defienden especialmente de la presencia de plagas, dado el contenido de principios activos que estos poseen (isotiocianatos) y que ejercen el carácter de repelentes y protectantes.
La mashwa, tiene propiedades bactericidas, nematicidas, fungicidas, insecticidas y repelentes de insectos, por cuyo atributo, desde tiempos inmemoriales, muchas de nuestras comunidades indígenas asentadas a lo largo del callejón interandino siembran este tubérculo intercalado con otros tubérculos más susceptibles como la papa, oca y melloco.
Trabajos realizados en la Molina, Perú y en la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Central del Ecuador, determinaron que el extracto acuoso de Mashwa, tiene efecto inhibitorio de bacterias y hongos para el almacenamiento de las cosechas y en el campo mismo es capaz de controlar la presencia de la temida “Lancha” que ataca al cultivo de la papa.
Por otra parte en un estudio realizado por el Centro Internacional de la Papa CIPEcuador, se encuentra que respecto a las virtudes y los usos medicinales de este tubérculo, está muy extendido el conocimiento de que la mashua negra cocinada con panela contrarresta la “prostatitis”; antes se utilizaba para aliviar la blenorragia. Los enfermos de los riñones, mejoran al tomar agua de mashwa, caballo chupa y pelo de choclo
2. EL CULTIVO DE MASHWA (Treopaeolum tubersoum)
2. 1. Origen
La mashwa es al parecer originaria de los Andes centrales, su cultivo se habría extendido por migraciones del hombre precolombino hasta Colombia y el norte de Argentina y Chile
A pesar de su rusticidad no existen referencias de introducción en otros países de América,
posiblemente porque el sabor del tubérculo resulta poco agradable para quien lo prueba por primera vez.
En la actualidad, el cultivo de la mashwa se extiende desde Colombia hasta Argentina y se conoce que ha sido introducida con éxito en Nueva Zelanda
Aún en estos días, entre los 2 900 y sobre los 3000 msnm se encuentran especies silvestres que podrían ser los ancestros de este cultivo.
En los Andes del Ecuador, la mashwa se cultiva actualmente en las pequeñas parcelas de indígenas y campesinos, asociada con melloco, oca y papas nativas por lo que resulta difícil conocer su área cultivada y producción. Según investigaciones realizadas en el sector Norte de la provincia de Cotopaxi, los rendimientos de la mashwa, podrían llegar hasta los 750 qq/ha.
Desde el punto de vista agronómico la mashwa es muy rústica porque se cultiva en suelos pobres, sin uso de fertilizantes y pesticidas químico-sintéticos; y aun en estas condiciones, su rendimiento puede duplicar el de la papa. La asociación con melloco, oca y papas nativas se explicaría por los principios de control nematicida e insecticida que posee la planta.
A los tubérculos se les atribuyen propiedades anafrodisiacas desde la época de los incas, que la incluían en la alimentación de sus soldados. Hoy se sabe que los niveles de testosterona se reducen significativamente en ratas machos alimentados con mashwa,
además se conoce que los principios activos presentes en los tubérculos de la mashwa actúan como desinflamantes de la próstata, por lo cual han empezado a tener demanda en el mercado internacional.
Valor Nutritivo
El consumo de este tubérculo, conjuntamente con papas, ocas y mellocos, hace parte de la dieta nutricional diaria de de los habitantes de menores recursos en zonas rurales marginales de la sierra norte y central del Ecuador.
Algunas variedades de mashwua, pueden contener apreciables cantidades de carotenos (vitamina A) y de vitamina C (77 mg en 100 gramos de materia fresca comestible), siendo cuatro veces más que la cantidad de esta vitamina encontrada en la papa.
Un estudio realizado por la FAO en los Andes peruanos, determina la siguiente composición por cada 100 gramos de mashwa fresca:
• Energía : 52 kilo-calorías
• Agua : 87.4 gramos
• Proteína : 1.5 gramos
• Grasa : 0.7 gramos
• Fibra : 0.9 gramos
• Calcio : 12 miligramos
• Hierro : 1.0 miligramos
• Vitamina A : 12 microgramos
Algunos investigadores sostienen que la presencia de glucosinatos en este tubérculo tiene efectos beneficiosos sobre el sistema inmunológico y que podrían proteger al organismo humano contra el cáncer, pero que al mismo tiempo podrían tener efectos perjudiciales sobre el sistema nervioso cuando se consumen en grandes cantidades.
Fuente: Editor: Manuel B. Suquilanda Valdivieso