II. BIOLOGIA REPRODUCTIVA DE LA ABEJA REINA
Longevidad de las reinas. La literatura menciona que las abejas reinas pueden vivir
varios años; sin embargo, estas aseveraciones están fundamentadas en muy pocos
trabajos experimentales, la mayoría de los cuales se realizaron en países de climas
templados y fríos. El trabajo que monitoreó la longevidad de un mayor número de
reinas en el mundo, fue el que Guzmán Novoa y colaboradores llevaron a cabo en el
estado de México. En este estudio se encontró que las reinas vivieron siete meses y
medio en promedio, por lo que el cambio de reinas en las colonias debería realizarse
al menos una véz al año en este estado.
Producción natural de abejas reinas. Para criar reinas de calidad, hay que imitar
las condiciónes naturales en las que se forma una nueva reina y para ello hay que
entender la biología de las abejas. Una nueva reina es producida en una colonia en
forma natural solamente bajo tres condiciónes: 1) cuando la reina ha muerto
(orfandad), 2) cuando la colonia se dispone a enjambrar y 3) cuando la reina va a ser
reemplazada porque no pone bien, es vieja, o no produce suficientes feromonas.
Para diferenciar cada uno de estos casos, primero hay que buscar huevos en las
celdillas y también hay que buscar a la reina. En caso de no encontrarlos, se trata de
orfandad. Cuando la colonia se prepara para enjambrar, esta se encuentra por lo
general muy poblada y el número de celdas reales es mayor a seis. Cuando las
obreras de una colonia quieren reemplazar a la reina, la colonia por lo general está
débil y el número de celdas reales construidas es menor de seis.
Las tres castas de abejas que existen en una colonia: obreras, reinas y
zánganos, se desarrollan a partir del mismo huevo puesto por una reina. Los
zánganos surgen de un huevo no fertilizado (por partenogénesis), mientras que las
reinas y obreras surgen de un huevo fertilizado. Los factores que diferencian el
desarrollo de una reina o de una obrera del mismo huevo, son el tipo de celda y la
alimentación. Una futura reina se desarrolla en una celda real, que es más grande
que una celda de obrera y su alimentación es exclusivamente a base de jalea real,
mientras que las futuras obreras reciben una papilla elaborada con polen y néctar,
que es menos nutritiva. Las mejores reinas son las que se desarrollan a partir de
larvas recién eclosionadas, ya que reciben una mayor cantidad de jalea real, lo que
trae como consecuencia que sean de mayor tamaño y con ovarios más grandes, por
lo que potencialmente pueden poner más huevos. Para que esto suceda, las larvas
que serán futuras reinas, deben recibir abundante cantidad de jalea real en forma
constante desde el momento en que salen del huevo. Una reina se desarrolla en solo
15 a 16 días, mientras que una obrera tarda de 20 a 21. Esto se debe a la mejor y
mayor alimentación que la reina recibe. La metamorfosis (cambio de forma) de la
futura reina incluye las etapas de huevo (tres días), larva (cinco y medio a seis días) y
pupa (seis y medio a siete días). Pasadas estas etapas, la reina emerge como
individuo adulto.
Después de emerger de su celda, una reina virgen es alimentada por las
obreras y posteriormente se desplaza por la colmena en busca de otras posibles
celdas reales o reinas. Cuando lo hace, en muchas ocasiones emite un sonido
parecido a un silvido de corta duración que se cree sirve para intimidar a otras reinas
que pudieran ser sus rivales potenciales Si encuentra otras celdas reales, hace un
hueco con sus mandíbulas en una pared de estas y clava su aguijón en las reinas en
desarrollo. Posteriormente las obreras destruyen las celdas y retiran los cadáveres.
De encontrarse con otra reina ya emergida, se entabla una lucha hasta que una de
las dos reinas muere. Las reinas pueden picar a sus rivales sin perder el aguijón, ya que este es curvo y liso.
La joven reina efectúa su primer vuelo de apareamiento o vuelo "nupcial” al cabo de cuatro a 10 días de emergida. La reina continúa realizando vuelos nupciales durante dos a siete días, dependiendo de las condiciones ambientales externas. Si las coediciones son malas, puede tardar más tiempo en su etapa de apareamientos.
En total la reina efectúa entre uno y cinco vuelos nupciales durante este periodo de su vida y nunca más lo vuelve a hacer. Cada vuelo dura entre cinco y treinta minutos y los apareamientos ocurren en el aire, a una distancia de entre uno y cinco km de la colmena de la reina, en las llamadas zonas de congregación de zánganos. En estas zonas, las reinas se aparean con uno a 17 zánganos. Las reinas almacenan semen de todos los machos con los que se aparean en un órgano de reserva que se llama espermateca y que tienen en el abdomen. De esta manera, las reinas aseguran la fertilización de huevos hasta por varios años. Las reinas empiezan a poner huevos dos a cuatro días después de su último vuelo de apareamiento. Las reinas son
alimentadas por las obreras exclusivamente con jalea real por el resto de sus vidas, lo que asegura una buena postura. Las reinas pueden poner entre 500 y 2,500 huevos al día, dependiendo de varios factores, entre los que se encuentran la época del año, la fortaleza de la colonia, el origen genético de la reina, la afluencia de alimentos, etc.
Las reinas africanizadas ponen más que las europeas.
Longevidad de las reinas. La literatura menciona que las abejas reinas pueden vivir
varios años; sin embargo, estas aseveraciones están fundamentadas en muy pocos
trabajos experimentales, la mayoría de los cuales se realizaron en países de climas
templados y fríos. El trabajo que monitoreó la longevidad de un mayor número de
reinas en el mundo, fue el que Guzmán Novoa y colaboradores llevaron a cabo en el
estado de México. En este estudio se encontró que las reinas vivieron siete meses y
medio en promedio, por lo que el cambio de reinas en las colonias debería realizarse
al menos una véz al año en este estado.
Producción natural de abejas reinas. Para criar reinas de calidad, hay que imitar
las condiciónes naturales en las que se forma una nueva reina y para ello hay que
entender la biología de las abejas. Una nueva reina es producida en una colonia en
forma natural solamente bajo tres condiciónes: 1) cuando la reina ha muerto
(orfandad), 2) cuando la colonia se dispone a enjambrar y 3) cuando la reina va a ser
reemplazada porque no pone bien, es vieja, o no produce suficientes feromonas.
Para diferenciar cada uno de estos casos, primero hay que buscar huevos en las
celdillas y también hay que buscar a la reina. En caso de no encontrarlos, se trata de
orfandad. Cuando la colonia se prepara para enjambrar, esta se encuentra por lo
general muy poblada y el número de celdas reales es mayor a seis. Cuando las
obreras de una colonia quieren reemplazar a la reina, la colonia por lo general está
débil y el número de celdas reales construidas es menor de seis.
Las tres castas de abejas que existen en una colonia: obreras, reinas y
zánganos, se desarrollan a partir del mismo huevo puesto por una reina. Los
zánganos surgen de un huevo no fertilizado (por partenogénesis), mientras que las
reinas y obreras surgen de un huevo fertilizado. Los factores que diferencian el
desarrollo de una reina o de una obrera del mismo huevo, son el tipo de celda y la
alimentación. Una futura reina se desarrolla en una celda real, que es más grande
que una celda de obrera y su alimentación es exclusivamente a base de jalea real,
mientras que las futuras obreras reciben una papilla elaborada con polen y néctar,
que es menos nutritiva. Las mejores reinas son las que se desarrollan a partir de
larvas recién eclosionadas, ya que reciben una mayor cantidad de jalea real, lo que
trae como consecuencia que sean de mayor tamaño y con ovarios más grandes, por
lo que potencialmente pueden poner más huevos. Para que esto suceda, las larvas
que serán futuras reinas, deben recibir abundante cantidad de jalea real en forma
constante desde el momento en que salen del huevo. Una reina se desarrolla en solo
15 a 16 días, mientras que una obrera tarda de 20 a 21. Esto se debe a la mejor y
mayor alimentación que la reina recibe. La metamorfosis (cambio de forma) de la
futura reina incluye las etapas de huevo (tres días), larva (cinco y medio a seis días) y
pupa (seis y medio a siete días). Pasadas estas etapas, la reina emerge como
individuo adulto.
Después de emerger de su celda, una reina virgen es alimentada por las
obreras y posteriormente se desplaza por la colmena en busca de otras posibles
celdas reales o reinas. Cuando lo hace, en muchas ocasiones emite un sonido
parecido a un silvido de corta duración que se cree sirve para intimidar a otras reinas
que pudieran ser sus rivales potenciales Si encuentra otras celdas reales, hace un
hueco con sus mandíbulas en una pared de estas y clava su aguijón en las reinas en
desarrollo. Posteriormente las obreras destruyen las celdas y retiran los cadáveres.
De encontrarse con otra reina ya emergida, se entabla una lucha hasta que una de
las dos reinas muere. Las reinas pueden picar a sus rivales sin perder el aguijón, ya que este es curvo y liso.
La joven reina efectúa su primer vuelo de apareamiento o vuelo "nupcial” al cabo de cuatro a 10 días de emergida. La reina continúa realizando vuelos nupciales durante dos a siete días, dependiendo de las condiciones ambientales externas. Si las coediciones son malas, puede tardar más tiempo en su etapa de apareamientos.
En total la reina efectúa entre uno y cinco vuelos nupciales durante este periodo de su vida y nunca más lo vuelve a hacer. Cada vuelo dura entre cinco y treinta minutos y los apareamientos ocurren en el aire, a una distancia de entre uno y cinco km de la colmena de la reina, en las llamadas zonas de congregación de zánganos. En estas zonas, las reinas se aparean con uno a 17 zánganos. Las reinas almacenan semen de todos los machos con los que se aparean en un órgano de reserva que se llama espermateca y que tienen en el abdomen. De esta manera, las reinas aseguran la fertilización de huevos hasta por varios años. Las reinas empiezan a poner huevos dos a cuatro días después de su último vuelo de apareamiento. Las reinas son
alimentadas por las obreras exclusivamente con jalea real por el resto de sus vidas, lo que asegura una buena postura. Las reinas pueden poner entre 500 y 2,500 huevos al día, dependiendo de varios factores, entre los que se encuentran la época del año, la fortaleza de la colonia, el origen genético de la reina, la afluencia de alimentos, etc.
Las reinas africanizadas ponen más que las europeas.