GUÍA PRÁCTICA DE ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN AVES DE CORRAL
(PONEDORAS Y POLLOS)
2.2 ¿QUE AVES AFECTA LA ENFERMEDAD?
Dependiendo de la enfermedad, ésta se presentará con mayor
frecuencia o únicamente en un período o edad determinada de las aves. El
conocimiento de esta información nos ayudará a diferenciar ó discriminar
síntomas que no estén relacionados con la enfermedad y el momento en que se
presenta la misma, lo que facilitará la tarea para llegar al diagnóstico. 2.3
¿QUE SÍNTOMAS PODEMOS
VER EN LAS AVES VIVAS?
Todas las enfermedades presentan señales o pistas
(síntomas), que nos muestran o nos ayudan a descubrir qué es lo que esta
pasando con nuestras aves.
Estos síntomas muchas veces no son fáciles de identificar y
mucho menos de diferenciar, es por ello que del entrenamiento que le demos a
nuestro ojo, dependerá el resultado del diagnóstico (qué enfermedad puede ser).
Este entrenamiento, consiste en aprender a observar el
comportamiento y la condición corporal de las aves vivas, como así también de
mirar cuidadosamente el cuerpo y el interior de los animales muertos por causas
desconocidas. 2.4 ¿QUE SÍNTOMAS PODEMOS VER EN LAS AVES MUERTAS?
Muchas, sino todas, las enfermedades avícolas producen
lesiones (daños, cambios) características en los órganos internos de las aves.
Si queremos encontrar estos síntomas, debemos realizar exámenes en las aves
muertas, que nos permitan llegar hasta esas lesiones.
En la chacra cuando se faenan los animales sanos para el
consumo de la familia, podemos aprovechar y mirar las partes internas y
externas de éstos. De ésta manera empezamos el entrenamiento del ojo,
aprendiendo a ver el tamaño, color y textura de los órganos y partes de las
aves en estado normal (sanas). Esta observación nos permitirá identificar
rápidamente las anormalidades cuando trabajemos con aves enfermas.
¿Cómo hacemos el examen?
Comenzamos mirando el exterior del ave y evaluamos el
aspecto general de las plumas, el peso, el color de la piel y las patas. En los
ojos miramos el color y tamaño, de las heces (bosta) percibimos el olor, color
y consistencia. Nos fijamos el color de la cresta, las carnosidades y si hay
descargas nasales (mocos), deformidades en patas y articulaciones. Buscamos
piojos, ácaros, manchas, heridas o lesiones y picaduras.
Continuamos con la garganta, el tubo de aire y las aberturas
nasales para ver si hay nódulos, crecimientos u olores a pudrición. Luego
abrimos el ave con un cuchillo o tijeras, cortando desde la boca, para buscar
lesiones, excesos de sangre o mocos y otras anormalidades como materias
extrañas y/o nódulos.
Para mirar los órganos internos, primero quebramos las
caderas del ave para que quede plana, luego perforamos y cortamos la piel desde
abajo del esternón hasta la cabeza. Sacamos la piel y cortamos a través del centro
del esternón, retiramos la pechuga y los huesos con mucho cuidado para no
romper los órganos y observamos si tiene líquidos en la cavidad.
Raspamos el buche y miramos si hay gusanos, hongos u otros
problemas. Vemos el hígado, si es de color marrón oscuro es normal, además
buscamos lesiones o nódulos.
Miramos el corazón, el bazo y los bronquios para encontrar
lesiones, hemorragias en la grasa, materia cremosa o líquido en el interior y
nódulos.
Observamos el color y la textura de los pulmones, si son de color
rojo oscuro y se hunden en el agua, no es normal. Además buscamos líquidos,
tumores, nódulos, y congestión
Sacamos los intestinos y vemos si las paredes intestinales
están gruesas, o tienen tumores, nódulos o hemorragias, cortamos los intestinos
y buscamos lombrices, sangre, inflamación y exceso de mucosidad y otros
problemas.
Abrimos el estómago y miramos si hay hemorragias, lombrices
o inflamación y úlceras o pellejos salidos en la molleja. También vemos el
tamaño y el color de la hiel (debe ser verde). En ponedoras, examinamos el
ovario y el oviducto en busca de excesos de grasa y roturas. 2.5 ¿COMO SE
TRANSMITE O CONTAGIA LA
ENFERMEDAD?
Otro factor importante que debemos conocer de las
enfermedades es su forma de transmisión o vía de contagio. Muchas enfermedades
son altamente contagiosas o de rápida diseminación, otras pueden transmitirse
al hombre y otras sencillamente no se contagian de ave a ave o de ave a humano.
Conocer cada una de éstas nos será de gran utilidad a la
hora de definir cual o cuales son los métodos más eficientes tanto para su
prevención como para su control o tratamiento. 2.6 ¿QUE PODEMOS HACER PARA
PREVENIR LA ENFERMEDAD?
Es la pregunta que debemos hacernos antes de pensar
cualquiera de los posibles tratamientos que puedan usarse para controlar la
enfermedad, ya que muchas se pueden evitar desde la prevención.
A la hora de hablar de PREVENIR enfermedades, podemos decir
que tenemos que tener como reglas generales las siguientes:
Mantener limpia la zona alrededor de los gallineros.
Retirar toda la cama del gallinero lavarlo y desinfectarlo
junto con el equipo (bebederos, comederos) con algún compuesto soluble en agua
(amonio cuaternario, fenol, cloro) y aplicar un insecticida de uso avícola
antes de introducir las aves.
Sacar la cama y residuos tan lejos como se pueda.
Considerar incluir un período de reposo (mínimo de dos
semanas) entre las camadas que entren al galline-ro.
Controlar roedores e insectos.
Comprar aves que provengan de lotes libres de enfermedades
y siempre que sea posible mantenerlas ais-ladas de las otras aves que ya
tenemos.
Usar jaulas de plástico limpias para el traslado de las
aves.
Evitar mover y mezclar grupos de aves.
Evitar el contacto de las aves con otras silvestres o
mascotas de diferentes edades o especies, que llegan a la chacra.
No causar estrés en las aves.
Observar las aves todos los días.
Lavarse las manos después de manejar aves de diferentes
grupos.
Mantener buena ventilación, cama seca y temperatura
apropiada en los gallineros.
Tener un macho por cada doce hembras, en los grupos de
reproductores.
Todas las aves deben contar con agua y comida diariamente.
Suministrar la cantidad de alimento de acuerdo a la edad.
Mantener los comederos a la altura del dorso de las aves.
Cuando se cambia de alimentos, hacerlo gradualmente.
Almacenar el alimento en lugares donde no lo contaminen
insectos y otras plagas.
Suministrar agua limpia a las aves, en forma permanente.
Desinfectar los bebederos y comederos (diariamente).
Evitar las fugas de agua.
Seguir un buen programa de vacunaciones.
El espacio que necesita cada ave deberá estar adecuado a
la forma en que son alojadas (piso, jaulas) y a la edad, sexo, y peso.
Controlar el canibalismo.
Seguir el programa de iluminación recomendado.
Mantener nidales limpios y ventilados.
Cerrar los nidales por la noche.
Eliminar las aves muertas rápidamente, quemándolas o
enterrándolas con cal viva.
Usar botas plásticas o desinfectantes para los pies,
cuando se entre en los gallineros.
Evitar el ingreso en los gallineros de visitantes, vecinos
o extraños que pueden ser fuentes de transmisión de enfermedades.
Fuente: GUÍA PRÁCTICA DE ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN AVES DE
CORRAL (PONEDORAS Y POLLOS)
José Luis Houriet*. 2007. INTA EEA Cerro Azul, Misiones.
Miscelánea Nº 58, 48 pag.
*Técnico Agrónomo, EEA INTA Cerro Azul, Misiones, Argentina.
jhouriet@cerro.inta.gov.ar
www.produccion-animal.