Manual de codornices
SELECCIÓN Y UTILIZACIÓN DE LOS REPRODUCTORES
Las características que distinguen al macho de la hembra
aparte de su tamaño es la coloración tanto del cuello como de la barbilla de
ambos. El macho presenta una coloración marrón rojiza de las partes
anteriormente mencionadas, apareciendo en la hembra esta región en tonos
blanquecinos con moteado de color negro.
El macho que se encuentra en condiciones de fecundar
presenta en la región de la cloaca una excrescencia rosada y desprovista de
pluma. Presionando sobre estas glándulas sale un líquido espumoso y blanco. Los
macho presentan un comportamiento netamente agresivo que en la hembras se
transforma en tranquilidad y docilidad.
Para mantener una producción eficiente que ofrezca
rendimientos adecuados debe de realizarse una buena selección que parta de las
siguientes condiciones: precocidad, elevada postura y elevada fertilidad.
Los animales que se escojan para reproductores deben tener
las siguientes características:
- Machos: Desarrollo precoz, contextura fuerte y bien
proporcionada, vivaces, con plumaje completo y en buenas condiciones. Las
plumas deben presentar unas tonalidades oscuras y el color canela del pecho lo
más intenso posible. El pico de coloración negra, con un aparato genital con
una protuberancia de color rojiza y del tamaño de un garbanzo.
- Hembras: Su desarrollo debe ser precoz, bien
proporcionadas y con el plumaje de color oscuro, completo y brillante. A su
vez, el cuello debe ser alargado y la cabeza pequeña.
Los productores que presenten características de ambos sexos
deben ser eliminados. Los productores deberán renovarse en lo posible todos los
años.
La codorniz es extremadamente sensible a la consanguinidad
resultante del apareamiento entre individuos de marcado parentesco, y cuanto
mayor sea éste, sus consecuencias serán peores.
Los efectos producidos por la consanguinidad provocarán una
disminución de los huevos puestos, un aumento de la mortalidad embrionaria y un
menor porcentaje de eclosión.
El éxito de una cría depende en principio de la calidad de
los reproductores de partida que deben ser adquiridos a un seleccionador
especializado en producción de extirpes de alto rendimiento.
Los machos son capaces de aparearse a partir de la séptima
semana de vida siendo su actividad sexual muy elevada en los seis primeros
meses descendiendo a continuación gradualmente.
APAREAMIENTO
El apareamiento se desarrolla de la misma manera que en el
resto de gallináceas: el macho con las alas abiertas, sube al dorso de la
hembra acurrucada manteniendo el extremo de la cabeza de la hembra con su pico,
para más tarde arquearse aproximando su cloaca lateralmente hacia la de la
hembra.
Por norma general en las condiciones de la cría industrial,
el apareamiento es rápido, brusco y poco o nada específico.
Existen varias técnicas para conseguir el apareamiento entre
los reproductores, la más eficaz por dar el mayor número de huevos fértiles es
mantener en jaulas individuales parejas separadas.
En los criaderos de tamaño grande pueden adoptarse los
siguientes métodos:
- Utilizar cuatro hembras por cada macho.
- Separar las codornices en grupos de 25, 50 ó 100 hembras y
colocarles machos en una proporción de un 25%, es decir, en una batería de 100
aves 75 han de ser hembras y 25 machos.
- Existe una técnica más complicada y onerosa que consiste
en mantener los machos separados en jaulas individuales, los cuales son
llevados a las jaulas de las hembras para que éstas sean fecundadas, y, una vez
terminada la cópula, éstos serán llevados a sus jaulas, para repetir esta misma
operación a los dos o tres días.
Fuente: manual codorniz.pdf
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