Lombricompost
En este apartado solo se referirá a algunas generalidades de
las lombrices y el lombricompost, pues este tema es motivo de otro cuadernillo
ya editado.
El uso de lombrices es muy apropiado para acelerar la
descomposición de los materiales orgánicos, ya que ellas trabajan día y noche
logrando procesar una cantidad igual a su peso por día.
Una lombriz promedio pesa un gramo y así no parece gran
cosa, pero si se tienen 10.000 lombrices es como estar fabricando 10 kilos por
día que en un año equivalen a 3650 kilos, o sea 3.6 toneladas.
Por lo fácil del manejo y la alta reproducción de este
animalito amigo de la tierra, es una actividad factible de ser practicada por
cualquier agricultor o agricultora.
El abono de lombriz es muy rico en vida microbial, la que es
básica para la relación suelo-planta; además las lombrices ayudan a neutralizar
el pH del suelo y hacen que los elementos nutritivos se solubilicen. El
nitrógeno y el fósforo están siete veces más disponibles, el potasio once veces,
el calcio dos veces más disponible y el magnesio seis veces más disponible en
el lombricompost que en la materia prima.
Una forma sencilla de tenerlas consiste en hacer un cajón de
madera con patas. El tamaño es muy variable pero 1 metro de alto por 1 metro de
ancho y el largo que se quiera puede ser una buena dimensión. Este cajón debe
tener tapa para proteger el criadero y mantenerlo oscuro.
Sobre el suelo se pueden construir cajones de ladrillo para
darles más duración y facilitar la extracción del abono, o camas construidas
con bambú. Otros usan canastas plásticas que se van poniendo una encima de otra
a medida que se van llenando, para que las mismas lombrices se pasen a las
otras cajas y vayan dejando el abono limpio haciendo más fácil su recolección.
Es muy útil el manejo de la lombriz roja en cautiverio para
procesar los desechos, pero lo es más la lombriz nativa, por lo que la mejor y
más fácil forma de mejorar un suelo es evitar todo tipo de actividad que afecte
el desarrollo normal de los habitantes naturales del suelo. Protegiendo el
suelo y alimentándolo, las lombrices nativas hacen todo el trabajo.
Para proteger las lombrices de sus depredadores naturales
(aves, hormigas, ratones, cerdos, sapos, entre otros) es importante que la
lombricera permanezca bien tapada con un toldo u hojas, y protegida del acceso
de estos animales; además se debe vigilar permanentemente.
Fuente: Preparación Y USO DE ABONOS ORGÁNICOS SÓLIDOS Y LÍQUIDOS
Serie Agricultura Orgánica N°8
Editado por:
Corporación Educativa para el Desarrollo Costarricense