ESPECIES MENORES: CODORNICES
Vigile que la humedad relativa del local permanezca entre
un 75 y un 85%.
No los deje expuestos al sol.
No los mantenga por más de una semana sin incubar.
Los huevos deben pesar como mínimo de 9,5 a 12 g, pero
este peso puede variar dependiendo de la raza, parámetros de selección y de la
alimentación de los animales. Para clasificarlos por peso, utilice una romana
graduada en gramos; si no dispone de la romana, clasifíquelos utilizando un
cedazo de 2,54 x 2,54 cm. Los huevos se esparcen sobre el cedazo con cuidado,
los que pasen a través del cedazo son descartados para la incubación.
En trabajos de investigación, se encontró una relación
directa entre el peso de los huevos y la supervivencia de las crías, pues el peso
constituye un criterio de selección al escoger los huevos para incubación
(Echeverría, 2004).
Los huevos que cumplen con la anterior condición deben,
además, estar libres de rajaduras.
El color de los huevos debe ser brillante (no opaco); la
cáscara debe ser completamente lisa, sin ninguna aspereza. Deseche cualquier
huevo poroso o deforme, ya que su fertilidad es casi nula.
Como medida preventiva, limpie y desinfecte los huevos,
cada vez que los recoja y los seleccione. Con este proceso, se elimina
cualquier tipo de bacteria que pueda matar posteriormente al embrión.
Coloque los huevos seleccionados y ya limpios en posición
inclinada, de 30 a 45°, con el objeto de que no se les adhiera la membrana que
los cubre. Esta posición deberá variarse cada 12 h como mínimo.
Después del sétimo día de mantener almacenados los huevos,
los nacimientos decrecen un 1% por día los primeros cuatro días y un 2% a
partir del décimo después del almacenamiento.
A partir del día catorce de almacenamiento, la eclosión de
los huevos es casi nula (Echeverría, 2004).
6.6. Sistemas de incubación
En este proceso intervienen factores como la temperatura, la
humedad, el movimiento del huevo y la ventilación, para el sano desarrollo de
un embrión, hasta concluir con el nacimiento del polluelo. En el caso
específico de las codornices, el tiempo de incubación oscila entre los
dieciséis y diecisiete días, aproximadamente.
Existen dos sistemas para incubar los huevos:
natural
artificial
6.6.1. Incubación natural
Este sistema es utilizado, principalmente, por productores
pequeños (tipo extensivo o casero); se emplean gallinas del tipo bantam o
conocidas en nuestro medio como “jardineras”; algunos productores utilizan
estas gallinas enanas, como incubadoras naturales. Cada gallina puede incubar
entre diez y quince huevos; se recomienda no utilizarlas grandes, pues por su
peso, al salir del nido o entrar, quiebran los huevos.
Seleccione los huevos para incubación, a fin de obtener
mejores resultados de eclosión (nacimientos). Ubique el nido en un sitio
tranquilo, protegido de los rigores de la intemperie; además, coloque paja o
virutas de madera seca para asegurar su comodidad. Deje cerca del nido agua
fresca y alimento permanentemente, para evitar que la gallina abandone por mucho
tiempo el nido. Mantenga la gallina dentro de una jaula para evitar el ingreso
de depredadores. El cedazo de la jaula debe ser de abertura pequeña para
impedir que las crías recién nacidas escapen por los agujeros (menor a 2,54
cm).
No moleste a la gallina durante los primeros días de
incubación. Una vez nacidas las codornices, déjelas con la gallina por espacio
de una o dos semanas, pero siempre encerradas en la jaula; después de este
lapso vuelan y se pierden. Algunos productores solo mantienen a las crías uno o
dos días con la madre sustituta, ya que aducen que se les dificulta el manejo
dentro de la jaula y, por ello, prefieren trasladarlas a las criadoras, al
segundo día de nacidas, como medida de precaución y manejo. Una criadora es una
jaula donde se mantienen muchas aves pequeñas, a las cuales se les provee de
forma manual el agua, alimento, luz y temperatura necesaria para su desarrollo
pleno y seguro hasta su etapa productiva.
6.6.2. Incubación artificial
Para incubar artificialmente los huevos, se necesita de una
incubadora mecánica; esta aloja gran cantidad de huevos al mismo tiempo (desde
cien hasta miles de ellos). Las incubadoras son aparatos que proveen de forma
artificial, la temperatura, humedad, rotación y aireación ideal para el
desarrollo satisfactorio de las aves. El uso de ellas es recomendable para
granjas con más de cien reproductoras, pero no es excluyente para grupos más
pequeños de aves.
Fuente: ESPECIES MENORES: CODORNICES
Rodney Orlando
Cordero Salas