Influenza Aviar
La influenza que se remonta al siglo 19 surge como un problema "nuevo" en pavos, pollos y patos. Se trata de una enfermedad a virus que se manifiesta de distintas formas con diversos niveles de gravedad y que, en los últimos años, se ha vuelto más evidente debido al aumento de la población avícola y concentración de las aves por un lado, y por el advenimiento de técnicas de diagnóstico más evolucionadas por el otro.
Son más de 1.000 los virus de influenza aislados en las aves que figuran en la literatura. La mayor parte de los mismos provienen de patos, le siguen en número los aislados en pavos siendo reducida la cantidad aislada en pollos.
Síntomas. Forma moderada: En pavos, la queja más frecuente de los criadores es la caída drástica de la producción que se prolonga durante una semana o más. A esta característica se añade a veces la aparición de desórdenes respiratorios moderados, tales como estornudos y tos. Aún cuando la producción se recupera después de la drástica disminución arriba anotada, queda afectada por el resto del ciclo de postura, estabilizándose en porcentajes del 50 al 60%.
En la mayoría de los casos de influenza moderada, la caída de la producción puede llegar a ser el único síntoma evidente de infección. Las molestias del tracto respiratorio superior pueden pasar inadvertidas. Sin la confirmación del laboratorio, esta infección se confunde fácilmente con otros problemas. La mortandad, en la forma moderada, suele ser baja, siendo mayor el porcentaje en aves jóvenes. Cuando la mortandad es alta se debe, generalmente, a una infección adicional. En esos casos, la enfermedad se diagnostica erróneamente como cólera aviar, colisepticemia o aspergilosís, según sea el organismo que se aísle en las aves muertas.
Forma crónica. La influenza—en los pavos y patos jóvenes—puede convertirse en una infección respiratoria crónica. Con frecuencia los senos están obstruidos por tapones duros de consistencia caseosa. Este tipo de síntoma suele prolongarse durante 4 semanas y las aves tardan en recuperarse. Es fácil aislar al virus del material extraído de los senos o tráqueas de las aves enfermas.
Forma sistémica. Otra de las formas que adopta la influenza es la sistémica grave, conocida también como "plaga clásica de las aves". Podría bien llamarse a esta forma influenza aviar maligna. Es causada por variedades sumamente patógenas de los virus A de influenza (similar al que afecta al hombre). El síntoma constante que presentan los pavos o pollos infectados es una profunda somnolencia o letargo. Alrededor del 30% de los pollos llegan a desarrollar hinchazones exudativas en la cabeza y cuello, lo que no es común en pavos. Sin embargo, tales hinchazones son un punto de diferenciación entre la influenza maligna y la enfermedad de Newcastle. En pavos, es frecuente ver desórdenes nerviosos tales como convulsiones, temblores y falta de equilibrio. Las aves así afectadas que sobreviven a la enfermedad aguda, por lo general, quedan totalmente inhabilitadas.
Lesiones. Los cambios anátomo-patológicos que presentan las aves enfermas no son suficiente guía para el diagnóstico, ubicándose generalmente dentro de la clasificación de síndromes respiratorios o septicémicos. Limitando aún más la importancia de las lesiones en la influenza están las infecciones secundarias que con frecuencia complican el panorama del diagnóstico. Probablemente, las pruebas serológicas sean el único medio de diagnosticar la influenza. En la influenza maligna se puede aislar el virus fácilmente 24 horas después de la infección. La prueba de anticuerpos fluorescentes constituye un método rápido para obtener un diagnóstico preciso.
Prevención. La vacunación como método de prevención— especialmente en pavos—no parece muy alentadora, dado que el tiempo de inmunidad alcanzado hasta la fecha, es breve.
La vacunación en pollos, en cambio, es más promisoria. Crear un programa de prevención implica eliminar las fuentes de infección. Los agentes se propagan sobre todo a través de los envíos de huevos de pavos y de pavitos. De esto se infiere que los huevos producidos por planteles reproductores infectados no deben usarse para incubación. Sin embargo, para poder lograrlo desde el punto de vista practico, es necesaria hacer una prueba serológica para detectar todos los virus de la influenza. Mientras tanto, puede tomarse come indicador de la presencia del problema la caída de la producción de huevos. Una medida inteligente es poner a las aves en cuarentena inmediatamente y evitar así que la enfermedad se propague y contagie a grupos vecinos.
Tratamiento. Los antibióticos del grupo tetraciclina en el agua de bebida pueden ser útiles para despejar el trácto respiratorio afectado por las bacterias que complican el cuadro. No se dispone de ninguna droga eficaz contra e virus de la influenza.
Fuente: Avícola Metrenco E.I.R.L.
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PRINCIPALES ENFERMEDADES DE LAS AVES
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