La elección del tipo de ave para su explotación es un aspecto de suma importancia. Es frecuente encontrar aves
criadas en condiciones precarias sin una alimentación adecuada. Lo que originará una pobre recolección de
huevos y una producción de carne escasa y de poca calidad. En estas condiciones un ave puede producir entre
50 a 60 huevos al año; mientras que si se cuenta con razas de alta postura bien alimentadas la producción alcanzará los 300 huevos.
Por todo esto es necesario conocer las técnicas de manejo de aves poniendo mucho énfasis en la elección de la raza adecuada, sanidad, alimentación y alojamiento.
Eurofull.com (2007), reporta que las aves pueden clasificarse en cinco grupos:
1. Líneas comerciales productoras de huevos
2. Líneas comerciales productoras de carne
3. Líneas productoras de huevo y carne (doble propósito)
4. Aves criollas
5. Líneas mejoradas
1. Productoras de huevos
Son el resultado de una selección genética y su explotación se realiza en galpones comerciales. Estas aves
requieren de un estricto control sanitario y una alimentación balanceada para que tengan un rendimiento
productivo óptimo y no enfermen. Tampoco son aptas para producir pollitos, debido a que es raro que
encluequen y no son buenas madres. A este grupo pertenece la Leghorn y otras razas híbridas (Lohmann, Hy
Line, DeKalb, Shaver.).
Son aves pequeñas pero que sin embargo producen huevos grandes y tienen una alta conversión alimento-postura.
2. Productoras de carne
Son razas comerciales especializadas en la producción de pollos para el consumo. Requieren de los mismos
cuidados y exigencias de alimentación que las aves productoras de huevos. Este tipo de ave es muy propenso a las enfermedades y muy exigentes en cuanto a las condiciones ambientales: Temperatura adecuada (según la edad), la humedad del galpón entre el 40 a 60%, buena ventilación, espacio suficiente para que las aves puedan moverse, retiro regular de las camas, limpieza y desinfección concienzuda de los pisos e iluminación nocturna. Las más conocidas son Hubbard, Arbor Acres, ISA Brown, etc.
3. Productoras de doble propósito.
Producen tanto huevos como carne de manera abundante. La postura promedia los 200 huevos al año y los pollos dan buena carne aunque el crecimiento no es tan rápido como las razas especializadas. Son aves tranquilas, se adaptan bien a los distintos climas y tienen una mayor resistencia a las enfermedades respecto a los grupos
anteriores. La más empleada es la raza Rhode Island, pero también dan buenos resultados la New Hamshire,
Sussex, Plymounth Rock, Orpington y Wyandotte.
4. Criollas.
Estas aves vienen de un largo proceso de selección natural y han desarrollado una gran resistencia a condiciones ambientales desfavorables. Pueden desarrollarse bien dentro de un rango muy amplio de temperatura y
humedad. Comen desechos de la huerta y el hogar como así también insectos que encuentran directamente en la tierra. Son aptas para la cría doméstica, pero su producción de carne y huevos es modesta.
5. Aves mejoradas.
Son el resultado de cruzar razas criollas con aves de raza pura obteniendo animales que combinan lo mejor de
las distintas razas. . Según la técnica del Centro de Educación y Tecnología de Chile el primer año se cruza un
gallo de raza pura (por lo general de doble propósito) con hembras criollas. Se requiere un gallo por cada 10
gallinas. Al segundo año se cambia al gallo por otro de la misma raza pura para que se aparee con las gallinas
obtenidas el año anterior (ya mejoradas). Durante los siguientes tres años las aves seguirán reproduciéndose sin
cambiar de gallo
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