Produccion avicola: factores ambientales

Producción avícola. Factores ambientales que influyen. Ventilación

























Es un factor de importancia que se debe tomar en cuenta en una explotación avícola. En casos de ventilación forzada se realiza hasta

10 renovaciones por minuto, con la ventaja de que el galpón no hay corrientes de aire. La ventilación ayuda a eliminar los gases tóxicos

presentes en los galpones para las aves como el anhídrido carbónico (CO2), que se produce en el metabolismo liberado durante la

respiración de las aves y constituye un aporte del 5% del aire exhalado, el cual producen jadeo en el ave (López, 1994).



Es necesario regular la ventilación para mantener solamente una concentración por debajo del 0,2%. Una parte de CO2 se encuentra en el aire y, la mayor cantidad están aportando las gallinas mediante el proceso de respiración. Se considera el 30% de CO2 letal para las

aves. A medida que aumenta la concentración de anhídrido carbónico disminuye la concentración del oxígeno.

En tanto que el amoníaco (NH3), es producto de la descomposición del ácido úrico de las heces fecales de las aves por las bacterias en las camas húmedas de los galpones. Concentraciones de amoníaco mayores de 20 ppm (partes por millón) provocan en las aves una gran susceptibilidad a las enfermedades respiratorias y afecta al crecimiento de las pollas y los pollos, desequilibrando la conversión alimenticia.

Concentraciones de 50 ppm de vapores amoniacales provocan inflamación de los ojos de las aves pudiendo llegar a la ceguera por querato conjuntivitis.

a. Anhídrido carbónico

Cuando la concentración llega al 30% en el aire se dice que es letal para las gallinas, la cual es muy difícil que se produzca, pero si encontramos concentraciones de 4 a 5%. La forma como se controla es mediante la ventilación del interior del galpón.

b. Amoníaco

Este es uno de los factores más importante a tomar en consideración en explotación avícola, más que el anhídrido carbónico y se mide en partes por millón (ppm). Es producido por las deyecciones y la descomposición de la yacija.

Esta concentración puede aumentar cuando las camas son excesivamente húmedas, también cuando se están explotando con una excesiva densidad por metro cuadrado.

El efecto de las concentraciones del amoníaco en el aire de un gallinero se observan en siguiente Cuadro 8.

Cuadro 8. Efecto de la concentración de amoníaco en el aire de un gallinero.





































Para realizar un mejor control de los gases en el galpón se puede realizar:

• Una buena ventilación en el interior del galpón

• Controlando la humedad en el interior del galpón

• Controlando la densidad de la aves por m2 (8 pollos / m2 en invierno y 10 pollos / m2 en verano).

• Removiendo continuamente la cama con un rastrillo

• Reemplazando la cama mojada por una seca.

• Espolvoreando cal sobre la cama del galpón de aves

• Espolvoreando superfosfato sobre la cama del galpón.

Cuadro 9. Efecto de las temperaturas en las aves de postura.

Cría de peces: La alimentacion del pez: alimentos preparados



Aunque existen variedades difíciles de alimentar, la mayoría de los peces se desarrollarán perfectamente con una comida adecuada
La alimentación que se basa únicamente en materia viva, aunque resulta muy completa, no es aconsejable, pues puede producir que los peces rechacen alimentos alternativos cuando no quede otro remedio.
Los alimentos enlatados, congelados y deshidratados pueden aportar todos los nutrientes
necesarios para estos animalitos, salvo en caso de que se trate de alevines o recién nacidos.
Los peces asimilan muy bien la comida, convierten los alimentos en su propia sustancia de forma más eficiente que otros vertebrados; por tanto, necesitan gran cantidad de proteínas, ya que transforman un 10% de lo que ingieren en tejido vivo.
Alimentos preparados.- Existe una gran variedad de comida para peces, tanto como para
mantenerlos sanos como para estimularlos y prepararlos para la cría. De forma habitual,
esta comida se encuentra coloreada para atraer al comprador y a los peces. Es posible que
contengan elementos de atracción como, por ejemplo, sangre desecada que estimula las
ganas de comer.
El alimento recomendado para peces ha de contener proteínas al 45 ó 50%, aunque los
alimentos para los que comen verduras deberán contener un porcentaje menor. Los copos resultan completos para una dieta general, aunque ésta ha de llevar suplementos
ocasionales de materia viva o preparados. Estos copos flotan en el agua, y los peces
aprenden pronto a comerlos. Si son de buena calidad, los copos no ensombrecerán el agua, aunque no sean comidos pronto, y tampoco supone daño alguno si permanecen flotando varios minutos. Sin embargo, hay que cuidar de que no queden demasiados residuos, pues se descompondrán y polucionarán el tanque.
Los alimentos deshidratados y granulados son adecuados para los peces grandes, aunque si están bien molidos, pueden resultar de fácil digestión para peces pequeños. Pueden
contener insectos molidos, huevos de pescado, atún, carne, harina de trigo, espinacas,
huevo, algas secas... Así, se ajustan a peces carnívoros y vegetarianos.
Los alimentos congelados y enlatados tienen una gran variedad: algas, plancton, gambas en salmuera, otras gambas e incluso pequeños peces. Constituyen una valiosa aportación al menú, sobre todo porque algunas variedades han sido esterilizadas con rayos gamma.
También es posible incluir en la dieta del pez alimentos congelados destinados al consumo humano, como gambas, camarones, cangrejos, langostas, espinacas, guisantes... siempre y cuando se troceen teniendo en cuenta el tamaño de los pequeños 'gourmets'.





Cría de abejas: Los enjambres


Uno de los fenómenos más importantes relacionados con

los colmenares tradicionales hace referencia a los enjambres.

Recibe el nombre de enjambre la salida de la colmena de una

parte de las abejas obreras, entre 10.000 y 20.000, acompa-

ñadas de una reina y de unos pocos zánganos. Este fenóme-

no que dependiendo de los años puede ser intenso o no, se

debe al instinto de reproducción de la especie, y suele coinci-

dir con el período de máximo desarrollo de la colmena.

Muchos colmeneros capturan todos los enjambres posi-

bles, porque para ellos es la única forma de reponer las abun-

dantes bajas invernales. Ya lo dice el refrán “de una colmena,

ciento; y de ciento, una”, lo que indica la facilidad con la que

puede aumentar el colmenar y la rapidez con la que desapa-

rece. Por eso, en verano, después de comer, los vecinos se



Cría de abejas: Las abejas y la miel

Al “domesticar” a las abejas, se las instaló en los troncos de

los árboles huecos, colocándolos verticalmente en el suelo.

Las abejas construían dentro los panales, fijándolos a las pare-

des y a unos palos cruzados (cruceta o tranca) que se coloca-

ban en el centro. Esas primeras colmenas rústicas recibieron

el nombre de arnales, palabra de origen celta que procede de

arnus y que significa aliso, árbol antiquísimo y muy abundante

antiguamente. Ese término dio origen en castellano a arna,

que designa al vaso de colmena. Posteriormente estas colme-

nas recibieron el nombre de dújo, igualmente de origen celta.

Con el paso del tiempo esos troncos con abejas se colocaron

horizontalmente, unos junto a otros, yuxtapuestos, unidos con

barro, naciendo así los hornillos. Más tarde, para que esos

hornillos quedaran resguardados de las inclemencias del tiem-

po, se empezaron a construir unas pequeñas edificaciones, a

modo de casetas, que recibieron el nombre de colmenares.

Éstos, poco a poco fueron ubicándose en los sitios remansa-

dos, como en las solanas orientadas al mediodía o en medio

de los robledales, donde el brezo, el cantueso, las urces, etc.

abundaban. Con el fin de recoger el néctar de los árboles fru-

tales y estar más cerca de las colmenas, también se constru-

yeron colmenares dentro del casco urbano o en su entorno, en

huertos y herrenes, pero su producción fue menor tanto en

cantidad como en calidad de miel.

Peces de acuario: cuidado

 - Se ha de comprobar que no se sobrepase el índice lógico de mortandad (1 ó 2 peces en cada acuario).
-Es necesario observar el comportamiento del pez. La aleta dorsal nunca ha de estar retraída, a excepción de los que la tienen así normalmente, como los Plecostomus y Corydoras.



- Los peces no han de tener el vientre hundido, porque esto puede ser debido, no

sólo a una mala alimentación sino también a una infección de parásitos internos.

- En cuanto a la respiración, ésta debe ser regular, nunca agitada.



Peces de acuario: cuidado

Sin embargo, lo principal sería construir o instalar el acuario en primer lugar y


después seleccionar los peces en función de las características de éste. Es decir, los

test acerca del pH y dureza, y la estructura y composición de la pecera,

determinarán qué tipo de animales acuáticos son los apropiados para vivir en ella.



Un pez sano.- Además de todas estas condiciones, sería conveniente aplicar una serie de consejos para evitar llevarse a casa un animal enfermo:



- En primer lugar, siempre hay que estar atento a las advertencias del vendedor o

criador, y es aconsejable apuntar toda la información que pueda dar acerca del pez.

- Además, hay que observar el color del pez, y asegurarse de que no tenga puntitos blancos, lo que indicaría una enfermedad producida por parásitos.

- El agua de la pecera nunca ha de mostrar tonos amarillentos, verdes, o turbios, pues en este caso, será muy posible que los peces estén medicados.

Producción avicola - factores ambientales


5. Producción avícola. Factores ambientales que influyen. Humedad



Este factor no es tan peligroso como es la temperatura, las aves están en la capacidad de soportar rangos de fluctuación muchos más amplios entre un 60 a 70% de humedad relativa, generalmente llegando hasta un 80% o más. La humedad de un galpón esta dado por:

• Agua de los bebederos

• Agua desprendida de las deyecciones

• Agua producida por el metabolismo y la digestión del ave

• Agua originada por la producción de huevos

• Agua del aire

• Agua higroscopica que se encuentran en los alimentos.

a. Control de la humedad.

Se realiza eliminando las heces fecales con mayor frecuencia, regular bien el funcionamiento de los bebederos y evitando alimentos muy higroscópicos.

b. Pérdida del agua de las deyecciones

Las deyecciones poseen el 70 al 80% de agua, dependiendo del tipo de alimento, siendo mayor en alimentos fibrosos y los que tienen alto

contenido energético como la melaza. En explotaciones en piso la humedad es absorbida por la cama o yacija, aportando una mínima cantidad del aire. En las explotaciones en jaula la humedad que aportan las heces es alrededor del 80%, aumentándose cuando hay mayores temperaturas. De ahí la necesidad de eliminar las heces periódicamente para poder controlar humedad, cada 15 días o máximo cada mes, de acuerdo con la disponibilidad de mano de obra. Las heces constituyen el 20 a 30 % del alimento que consumen., en los pollos de carne puede llegar al 90% en las últimas semanas, siendo necesario camas de mayor altura y remover en forma continua.

c. Evaporación y pérdida de calor

Cuando aumenta la humedad de un galpón mediante la evaporación de los pulmones del ave y la temperatura es baja, el ave puede sobrevivir, pero puede producirse problemas respiratorios.

Cuando la humedad es baja y la temperatura es alta hasta, el ave puede sobrevivir. Pero cuando la humedad es alta y la temperatura es alta el ave muere por problemas respiratorios. Se puede apreciar la presencia de jadeo a partir de los 26 °C.



Cuidado con los peces del acuario

El pez es una de las mascotas más agradecidas, silenciosas y decorativas del reino
animal. El primer paso que hay que dar antes de comprar los peces es decidir qué
tipo es el adecuado; para ello, hay que tener en cuenta una serie de requisitos.
No todos los peces son iguales. Los hay que pueden resultar demasiado frágiles y difíciles para principiantes, y, sin embargo, existen otros que pueden resultar los más adecuados para ellos.
Por ello, se ha de tener en cuenta, en primer lugar, la procedencia de los animales
acuáticos, porque según de dónde vengan, tolerarán un tipo de agua u otra. Es decir, si un pez procede del Lago Tanganica, será capaz de sobrevivir en aguas duras y
alcalinas. Así, una vez se conozca el origen de la pequeña mascota, se adaptará el
agua del acuario o pecera donde vivirá, al tipo de agua donde nació (blanda, dura,
ácida, alcalina, etc.).
Después, será necesario atender a la compatibilidad de las especies; es decir, se
debe averiguar si los peces que se van a comprar pueden convivir fácilmente con
otras especies y cuáles son las idóneas para ello. El tamaño que es posible que
alcancen, la alimentación que más les conviene, el hábitat dónde más cómodos se
encuentren, los estratos de nado (si son capaces de elevarse mucho o poco) son
factores muy importantes cuando se eligen los peces que se van a llevar a casa.



5. Biofertilizante a base de estiércol de vaca sin sales minerales

  “Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker 5. Biofertilizante a base de estiércol de v...